"Detrás de cada persona hay toda una historia y mucho respeto. Hay casi siempre los mismos deseos, distintos caminos, silencios y flores... Detrás de cada persona hay siempre palabras que están repetidas; papá, mamá, la muerte o la vida, el miedo la infancia, amor, mariposas... Detrás de cada persona hay un sol, sonrisas y cientos de lágrimas caídas.
Voy ligero de equipaje tratando de endulzar el viaje, a los que endulzan mi vida"
Me gusta observar, escuchar, tocar, sentir, y vivir a todas estas personas... Son historias de gente sencilla, historias que cuentan dificultad, dolor, esfuerzo, muerte... Pero también están llenas de vida, de amor y de esperanza y siempre dibujan una sonrisa en mi corazón.
A cada paso, nos encontrábamos con su inmenso agradecimiento por la ayuda prestada. Algunas personas, nos miran con los ojos llenos de lágrimas por la emoción, otras sonríen, otras te abrazan y las mujeres bailan de felicidad para mostrar su gratitud... Entones, irremediablemente, me vuelvo a sentir una vez más en deuda con ellos... Porque gracias a todas estas personas, mi mochila regresa llena de energía, vida, emociones, experiencias, amor y calor humano.
Y la rueda sigue girando, y mis ganas y amor por continuar esta cadena se hacen cada vez más fuerte.
Aunque hace más de de doce años que llegué allí por primera vez, sus gentes, sus rostros y sus palabras siguen grabándose en mi piel y en mi recuerdo para siempre.
Así que solo me queda decirles GRACIAS POR LO COMPARTIDO, GRACIAS POR LO VIVIDO
Susana